“ Mi hijo dice que tiene un amigo imaginario, me cuenta historias sobre su amigo que solo ve cuando él está solo, a veces su amigo hace cosas maravillosas y otras tiene un comportamiento extraño. ¿Qué sucede con mi hijo?”

El niño vive inmerso en un mundo lleno de fantasías que alimenta según su experiencia diaria, mediante la fantasía alimenta sus ilusiones y desahoga los problemas que puede surgir en su vida.

El amigo imaginario es una creación del niño, es un ser que vive en su mente y le ayuda a manifestar temores e ilusiones que a su corta edad no puede expresar con facilidad. A veces se le asocia al amigo imaginario con sentimientos de culpa o con un complejo de inferioridad que debe atenderse primero por los padres y luego por un profesional.

El niño conversa, juega y disfruta de la compañía de su amigo, que sólo él puede ver.

Si preguntamos al niño por su amigo imaginario, seguro nos comentará que se trata de un niño de su misma edad y su mismo sexo, es un ser muy parecido a él o ella, de esta forma a través del amigo imaginario logra manifestarse.

Esta forma de exteriorizar su imaginación y sentimientos, no debe preocupar a los padres, notará que los niños buscarán a su amigo imaginario cuando sientan necesidad de hacerlo pero luego lo abandonarán por completo.

Cuando va creciendo aprende a discernir el mundo imaginario lleno de fantasías del mundo real, entonces lo abandona y trata de continuar su vida dejando atrás la imaginación y enmarcando sus pensamientos y acciones en la realidad.

Es importante que los padres no se preocupen por el amigo imaginario de sus hijos, sólo si es un caso extremo donde pueden mostrar cambios bruscos de conductas producto de la relación con su amigo imaginario, allí se debe buscar ayuda profesional.