Contraer el virus del herpes durante el embarazo, especialmente en el último trimestre, es peor que tener herpes al entrar en el embarazo", advirtió el Dr Zane A. Brown, profesor de obstetricia y ginecología en la Universidad de Washington.

Los investigadores advierten que el mayor riesgo para el bebé esta cuando el virus se adquiere tarde en el embarazo, ya que la madre no tiene tiempo suficiente para formar anticuerpos contra el virus (que toma de cuatro a ocho semanas) y pasarlo al bebé antes de comenzar el trabajo de parto. Con anticipación los anticuerpos se transmitirían a través de la placenta, al bebé, llegando a obtener un cierto grado de protección. Sin anticuerpos, el niño es muy susceptible a adquirir el virus en el canal del parto. Con su "ingenuo" sistema inmunológico, explicó Brown, el bebé tiene pocos recursos para luchar contra el virus.

Una vez infectado, el bebé no muestra síntomas por un período de cinco a 21 días."Una vez que el bebé es sintomático", dijo Brown, "es demasiado tarde para evitar daños, y tenemos mucho menos probabilidades de contener la infección, ya que el bebé no tienen defensas".

"Generalmente en sectores donde la marginalidad es importante, estos casos son tratables, pero a menudo desapercibidas", dijo Brown. "Madre y bebé por lo general abandonan el hospital, y los primeros síntomas son sólo apatía e irritabilidad. Un par de días más tarde, hay convoluciones, pero en ese momento, importantes daños en el cerebro ya se han producido.

"En las mujeres, puede no haber síntomas reconocibles", añadió Brown. "Hasta ahora, se pensaba que la infección primaria llevó a numerosas lesiones, dolores de cabeza y síntomas como de gripe. Pero esos casos son la punta del iceberg. Aproximadamente dos tercios de las mujeres no tienen ninguna idea de su padecimiento, por lo que está en riesgo de transmitirlo a su bebé. Tenemos que tener alguna forma de diagnosticar a la madre, y su pareja también deberá tratarse".

Las pruebas de rutina para el herpes, dice Brown, es la ayuda que tiene el médico para saber si debe practicarse el parto por cesárea para evitar el contagio del virus del tracto genital.