El uso frecuente de los MP3, MP4, iPod y por lo general todos los dispositivos para escuchar música mediante audífonos, tienen la desventaja de poner en riesgo la audición cuando se escucha en volúmenes muy altos o por más de una hora.

Cuando los niños y jóvenes están escuchando música en su MP3, se desligan de los ruidos que están a su alrededor, a veces puede ser una alerta, el llamado de una persona o el claxon de un vehículo y ponen en riesgo su integridad.

Cuando el oído está expuesto al ruido fuerte, causa traumas auditivos que comprometen seriamente la audición.


Los niños y jóvenes que escuchan música en volúmenes superiores a los 60 Db, pueden sufrir sordera a partir de los 30 años, lo cual solo es común en personas de 60 años a más. Para tener una idea clara, cuando conversamos a tono moderado el volumen de nuestras palabras es aproximadamente 60 dB.

De la misma manera, al escuchar música mediante los MP3, el volumen recomendable para no afectar la salud es como máximo 60 dB. Sin embargo los MP3 pueden llegar hasta los 115 dB, poniendo en peligro la audición, porque los ruidos que pasan los 85 dB afectan la audición y en algunos casos de forma irremediable.

Los padres deben explicar a sus hijos la importancia de cuidar la audición y la forma correcta de utilizar los reproductores de música.

Pero la audición también puede verse afectada en las discotecas cuando el ruido es excesivamente alto y cualquier ruido que supere los 85 decibelios, estará dañando paulatinamente la facultad de oír.

Un estudio realizado en Gran Bretaña arrojó como resultado que dos de cada tres jóvenes decían que escuchaba pitidos o ruidos parecidos a un silbido en sus oídos, esto sucedía luego de escuchar música en reproductores de sonido.

La recomendación es escuchar por espacio de tiempo inferiores a una hora y en volumen bajo para evitar que afecte la audición.