Al parecer la progesterona y los estrógenos son los principales responsables estos cambios repentinos, aunque cabe destacar que no sólo ellos son los que influyen tambiém nos afecta que estamos más sensibles que de costumbre, ya que es un período de cambios radicales en todos los aspectos.

La felicidad y las repentinas preocupaciones (que nos suelen dar mas que todo en la noche) nos vienen a la cabeza y eso nos influye enormemente y sobre todo porque no somos capaces de demostrarles a los que nos rodean las cosas que más nos aturden en determinados momentos.

Algunas de las cosas que pasan por nuestras cabezas de futuras mamás son: problemas de parejas, como nos afectará sexualmente, y economicamente toda la situación, y pequeños problemas de la gestación como pueden ser: la acidez, la fatiga, la necesidad de orinar constantemente. Todos estos pensamientos, sensaciones, y problemas extras harán que la mujer que este en estado, se sienta en una montaña rusa de emociones en todo momento.

Los cambios de ánimos de los que hablamos, se suelen ver en las primeras doce semanas de gestación, y estas emociones radicales se van aminorando con el paso del tiempo.

Esta claro que tendrás estos cambios, pero debes tener en cuenta que tienes que aceptar que estos cambios de ánimo son situaciones que viven todas las embarazadas y son experiencias normales del embarazo, que pronto dejarás de tenerlas.

Consejos:

- Si te sientes de bajona, haz algo que te haga sentir bien.

- Tomar una siesta cuando estes agotada te vendrá de maravilla ¡Te lo mereces!

- No te exijas, no es un momento para ser dura contigo misma, disfruta del embarazo.

- Habla mucho, todo lo que te pase por tu cabeza, comentalo... ¡no te lo calles!

- Salir a caminar en momentos de agonio también te vendrá de maravilla y esto no le hace ningún daño a tu bebé. (salvo que tengas un embarazo de alto riesgo.)