Cuando tengas muchas actividades pendientes que hacer, elige trabajar una por una y no todas al mismo tiempo, ya que acabarás haciendo el trabajo mal o a medias. Luego de terminar con tu trabajo llama a casa para preguntar cómo están los niños.

Elige un momento del día, ya sea al finalizar tus labores o a cualquier hora, para dedicarlo solamente a realizar las cosas que te gustan. Este acto simple te hará descansar y podrás relajarte.

No descuides la relación con tu pareja, planifiquen una salida romántica cada dos semanas donde hablen sobre temas concernientes a ustedes mismos y no platiquen sobre los hijos.

Si los niños van sentados en el coche y tú vas manejando, lo mejor es que pongas música suave y tranquilizadora para que mantengas la calma y ellos también se sientan relajados.

No te conviertas en una esclava del orden y la limpieza, si llegas a casa después del trabajo y esta no luce como te gusta, pues déjalo para otro día y aprovecha mejor tus energías para pasarlo con tus hijos.

También es bueno para tu salud mental que salgas a divertirte con tus amigas, no hay nada mejor que una buena velada y conversación con ellas, ya que pueden intercambiar opiniones y aconsejarse sobre diversos temas.

Trata de que tus niños sean responsables en los siguientes temas: tareas escolares, que tiendan su cama y que apoyen en las labores domésticas. Explícales que de esta manera pasarán más tiempo juntos.

Para tener un mejor contacto con tus pequeños, trata de conocer todos sus gustos y preferencias, habla con ellos sobre cómo se sienten y no los critiques ni los compares con nadie.